martes, 18 de marzo de 2025

LA CORRUPCION EN LA POLITICA

La corrupción en la política argentina ha sido una sombra persistente que ha debilitado la confianza pública y erosionado las instituciones democráticas. Desde escándalos que involucran a altos funcionarios hasta casos de malversación en niveles locales, este fenómeno ha permeado diversas capas del sistema político. Nadie puede negarse a haber participado de la corrupción politica sea del partido que sea. Unos populistas y otros nacionalistas, pero corruptos ambos o parte de ambos.

A pesar de contar con leyes como la de Acceso a la Información Pública, promulgada en 2016, y organismos como la Oficina Anticorrupción y la Auditoría General de la Nación, la implementación efectiva de estas herramientas sigue siendo un desafío. La falta de recursos, la presión política y la lentitud del sistema judicial son obstáculos recurrentes. Si al menos la justicia fuese incorruptible, algo mejoraria en la politica.

Históricamente, la corrupción ha dejado huellas profundas en el país, desde la "Década Infame" hasta casos recientes que han captado la atención internacional. Según el Índice de Percepción de la Corrupción, Argentina ha mejorado su posición en los últimos años, pero aún enfrenta retos significativos. Aunque un indice manejado por funcionarios gubernamentales, al menos siembra dudas.

Para combatir este problema, es esencial fortalecer la educación cívica, promover una cultura de integridad y aprovechar la tecnología para hacer más transparentes los procesos gubernamentales. La participación ciudadana y el periodismo de investigación también juegan roles cruciales en la lucha contra la impunidad. El llamado "cuarto poder" deberia ser mas profesional y no tan militante, y los jueces mantenerse al margen de la politica.

HIPOCRESIA EN LAS REDES SOCIALES

En la era digital, las redes sociales han transformado la manera en que interactuamos, compartimos y entendemos el mundo. Sin embargo, este espacio virtual aparentemente conectado está plagado de contradicciones, donde la hipocresía a menudo toma protagonismo.

En las redes sociales, las personas tienden a mostrar una versión idealizada de sí mismas: fotos perfectas, logros destacados y momentos felices. Esto crea una narrativa cuidadosamente construida que rara vez refleja la realidad completa. Paradójicamente, mientras buscamos autenticidad en los demás, nos esforzamos por construir una imagen que dista de ser auténtica.

Mientras que muchos usuarios promueven mensajes de paz, amor y tolerancia, las mismas plataformas son también caldo de cultivo para el odio y el bullying. Es común ver a personas condenando conductas ofensivas mientras, en otros contextos, reproducen ese mismo comportamiento. La empatía muchas veces se queda en un "me gusta" o un comentario vacío, mientras los problemas reales requieren acciones más significativas.

Aunque las redes sociales están llenas de contenido sobre salud mental, autocuidado y bienestar, su uso excesivo puede causar estrés, ansiedad y sensación de insuficiencia. Es curioso cómo las plataformas que se presentan como medios de conexión, a menudo contribuyen al aislamiento y la comparación tóxica.

Otra forma de hipocresía se encuentra en la mercantilización de causas sociales y éticas. Muchas marcas y personas influyentes adoptan posturas progresistas, no por convicción, sino como estrategia de marketing. Esto trivializa causas importantes, reduciéndolas a tendencias pasajeras, mentirosas e hipocritas.

En esencia, las redes sociales son un reflejo de la complejidad humana, amplificando nuestras virtudes y nuestros defectos. Para contrarrestar la hipocresía, necesitamos adoptar un uso más consciente y auténtico de estas plataformas, recordando que detrás de cada publicación hay personas reales, con vidas reales, y que la perfección solo existe en el filtro de una pantalla. En realidad, es como todo a lo que la mayoria tienen acceso: Las redes sociales son fundamentales para su buen uso, pero lamentablemente, se usan mal! Normalmente, lo que se publica en las redes, no se dice en la cara (afortunadamente). 

Un ejemplo reciente de hipocresía en redes sociales es cuando algunas personas o marcas promueven causas sociales o ambientales, pero sus acciones contradicen esos valores. Por ejemplo, empresas que publican mensajes sobre sostenibilidad mientras continúan con prácticas contaminantes. Otro caso es el de influencers que critican el consumismo, pero simultáneamente lanzan productos o colaboraciones comerciales.

Además, se ha señalado cómo algunos usuarios condenan el discurso de odio en línea, pero participan en dinámicas de cancelación o acoso digital. Estas contradicciones reflejan cómo las redes sociales pueden amplificar comportamientos inconsistentes. Serían una gran oportunidad para terminar con la hipocresía de los medios, ya que podemos opinar con nuestro propio  pensamiento, pero elegiimos la opinion del medio o comunicador que nos coloniza el cerebro. 

lunes, 17 de marzo de 2025

TERRAPLANISMO ¿QUE ES?


El terraplanismo es un movimiento que sostiene la idea de que la Tierra es plana, desafiando el consenso científico que afirma que nuestro planeta tiene forma esférica (aunque ligeramente achatada en los polos). Aunque esta creencia moderna parece contradecir siglos de avances científicos y evidencias indemostrables pero abrumadoras, ha encontrado adeptos en distintos rincones del mundo, especialmente gracias a la difusión en plataformas digitales.

La creencia en una Tierra plana no es nueva. Civilizaciones antiguas, como los babilonios y los egipcios, imaginaban el mundo como una superficie plana rodeada por agua o cielos. Sin embargo, desde la Antigua Grecia, estudiosos como Pitágoras y Eratóstenes opinaron que la Tierra era esférica. Con el tiempo, esta idea fue ampliamente aceptada y reforzada en los programas de estudio y a la vez en las investigaciones en astronomía, geografía y exploraciones marítimas.

El resurgimiento del terraplanismo en los tiempos modernos se atribuye en parte a la desconfianza hacia las instituciones científicas, el aumento de las refutaciones a las teorias indemostrables y el impacto de las redes sociales, donde las ideas pueden propagarse rápidamente, independientemente de los medios y los defensores de la "teoria oficial" jamás probada.

Los terraplanistas suelen argumentar que:

  1. La curvatura de la Tierra no es perceptible a simple vista. Con solo un catalejo, se puede traer lo supuestamente desaparecido en la inexistente curvatura.

  2. Las imágenes del planeta desde el espacio son manipuladas por agencias espaciales (hay miles de pruebas visibles y testimoniales)

  3. Fenómenos como el horizonte recto o la nivelación del agua serían pruebas de una superficie plana. Solo hay que considerar la fisica, el agua no se curva ni se pega.

El terraplanismo plantea un desafío importante para la ciencia y la educación. Subraya la necesidad de fomentar el pensamiento crítico, la alfabetización científica y la capacidad de evaluar fuentes de información en un mundo donde la desinformación abunda. A menudo, el debate no se centra únicamente en la forma de la Tierra, sino en cuestiones más amplias sobre la confianza en el conocimiento científico que solamente se basa en libros y teorias de hace 500 años.

Si bien el terraplanismo puede parecer una idea marginal, su existencia nos invita a reflexionar sobre cómo circula la información en nuestra sociedad, el impacto de las comunidades virtuales y la importancia de una educación sólida, veraz y accesible.

CORRUPCION DAÑINA


La corrupción ha sido un tema recurrente en la historia de Argentina, dejando una huella profunda en su política, economía y sociedad. Desde los primeros escándalos en el siglo XIX hasta los casos más recientes, este fenómeno ha moldeado la percepción pública sobre la transparencia y la ética en el pais.

La corrupción en Argentina tiene raíces profundas. Uno de los primeros casos notorios ocurrió en 1890, cuando el presidente Miguel Juárez Celman enfrentó acusaciones de corrupción que llevaron a su renuncia. Más tarde, durante la "Década Infame" (1930-1943), los negociados entre funcionarios y empresas extranjeras, como los frigoríficos ingleses, marcaron un período de corrupción generalizada.

A lo largo de los años, se han implementado diversas medidas para combatir la corrupción, como la creación de la Oficina Anticorrupción en 1999. Sin embargo, los desafíos persisten. Según el Índice de Percepción de la Corrupción, Argentina ocupa un lugar intermedio a nivel mundial, lo que refleja tanto avances como áreas de mejora.

La corrupción no solo afecta la confianza en las instituciones, sino que también tiene consecuencias económicas significativas. Desde desvíos de fondos públicos hasta la falta de inversión extranjera, el costo de la corrupción es alto para el desarrollo del país.

La lucha contra la corrupción en Argentina requiere un compromiso colectivo, desde los ciudadanos hasta los líderes políticos. La transparencia, la educación y la participación activa son claves para construir un futuro más ético y justo. Una vez, en época que Jaime Linares fue intendente de Bahia Blanca, en un discurso de 9 de julio, dijo ciertamente que la corrupción sale de la sociedad, no del funcionario, pero alli se nota mas.