Todo lo que percibimos a través de nuestros cinco sentidos es energía. Los sonidos que capta nuestro sistema auditivo son energía. Las texturas que percibimos al contacto con nuestra piel, principalmente con las manos, que son las que más usamos para tocar, nos transmiten energía. Los alimentos y todo lo que nos llevamos a la boca, además de aprovechar los nutrientes sólidos, son energía que nos hace identificar su sabor. El olor que percibimos a través de nuestro olfato es energía. Lo que vemos, es energía que ingresa por nuestro sistema visual. Todo lo que percibimos por nuestros cinco sentidos es energía. Los alimentos que nos gustan, la belleza que apreciamos de un paisaje, la música serena, los aromas agradables, etc. , es energía con la cual elaboramos buenos pensamientos. Tengamos en cuenta que todos los estímulos de energías que captamos por nuestros sentidos son culturales, es decir: Que los aprendimos. Recordemos a los bebés investigando sabores y texturas de cualquier tipo. Se llevan cosas a la boca que a los adultos nos daría asco. De manera que no nacimos con un listado de estímulos en nuestra memoria, que nos permitiera conocer lo bueno y lo malo. Lo aprendimos.
Asimismo,
muchas veces somos burlados por la intervención de nuestra memoria en
interpretar estímulos ingresados a través de los sentidos, Por ejemplo: Los
olores: “Parecía el olor a un gel para el dolor muscular, pero pregunté y en
realidad era un perfume” La visión: “Brilla tanto que me pareció una joya caída
en el suelo, pero cuando la vi de cerca, era una tapita de cerveza”. Es decir,
juzgamos aun en duda. Una duda que nos genera un pensamiento engañoso. Debemos
tener mucho cuidado con convertir pensamientos engañosos en certeros, porque
cuando eso sucede, los pensamientos dados por ciertos se archivan como
creencias en otro nivel mental más elevado: nuestra mente subconciente.
Ejemplo: Tacto: “Toqué el hielo y estaba frío” es el pensamiento cierto. “El
hielo es frio” es la creencia. La mente subconciente (MS) no analiza ni razona,
sino que cree lo que los pensamientos dan por cierto y crea las condiciones de
vida de acuerdo las creencias allí archivadas.
Toda la
energía de la vida mundana, la recibimos a través de nuestros cinco sentidos.
No hay más puertas de entradas desde el mundo material a nuestra mente. Debemos
tener mucho cuidado con lo que hacemos con ella. ¿Cuántas veces, cuando
fallamos en un intento de realizar alguna actividad, hemos formado el
pensamiento: “No sirvo para esto”; “Es muy difícil”; “No puedo hacerlo” etc.?
Damos por cierto que no servimos o no podemos y establecemos una creencia en
nuestra MS, que hará que actuemos en consecuencia. Pensamos que no podremos y
no lo intentamos más. Si es una actividad que no nos interesa mucho, no le
haremos mucho caso, pero nos suele pasar en momentos fundamentales de nuestra
educación, actividad laboral o profesional. Para remediar eso, tenemos la mente
analítica, la que razona (mal o bien), que es la que puede cambiar nuestro
pensamiento. Se trata de pensar positivo: Pensar algo como esto: “Si alguien
puede hacerlo, practico un poco y lo logro” Con ese pensamiento, tal vez al
principio lleno de dudas, ya cambiamos la impresión nociva por una adecuada.
Debemos estimular nuestros pensamientos con actitud positiva para
transformarlos en creencias que trabajen a favor nuestro.
¿Cuántas
personas hemos conocido que juegan bien todos los deportes que practican?
¿Cuántos individuos sobresalen entre grupos de iguales, con la misma
información, práctica y tiempo de aprendizaje de cualquier rubro? No muchos,
tal vez, pero son todos quienes con actitud positiva elaboran pensamientos
positivos. ¿Cuántas veces juzgamos a alguien por su aspecto o por alguna
actitud, o por el lugar donde lo vimos, como una persona, digamos, “sospechosa”
y luego nos enteramos que es un excelente ser humano? En esos casos no nos
conviene formar pensamiento alguno sobre esa persona, sino la conocemos. ¿Qué
pensarías si ves un grupo de muchachones tomando cerveza sentados en el suelo,
en la vereda de un comercio? -Generalmente la gente piensa que son chicos
ociosos, vagos y que además de gustarles tomar cerveza, se les puede agregar
algún vicio más. La mayoría de los que los juzgan, ni siquiera toman la
precaución de mirar que visten con ropa salpicada por pintura o cemento y que
calzan zapatos de seguridad. ¡Muchas veces son trabajadores de la construcción
en horario de salida tomando cerveza, Nada más! Pero, juzgamos según creencias
establecidas en nuestra MS. Todo es nuevo en este mundo. Cambia segundo a
segundo.., ¿Por qué juzgamos con el manual del pasado bajo el brazo? El sol que
salió hoy, de ninguna manera iluminará como el de ayer ni lo hará como el de
mañana.
Hace unos
meses, ya de noche, llama a mi puerta una vecina y me comenta que en la esquina
hay un muchacho con su moto vigilando o haciendo de “campana” para robar.
¡Quería que llamemos a la policía! Entonces, antes de eso, me llegué hasta el
muchacho y le pregunté que estaba esperando ahí sentado en su moto desde hace
tanto rato. Le dije que los vecinos están preocupados y que debería irse. El
chico me comentó que la chica que amaba lo había dejado y la estaba esperando
hasta que salga del trabajo a ver si podía recomponer su relación. Le acepté la
explicación, con la condición que me diga quién era su amada y adonde
trabajaba. Me lo dijo y volví a casa a llamar por teléfono al trabajo de la
chica y pedí hablar con ella. Me dijo que era cierto y que era un buen chico,
al margen de los problemas de pareja que tenían. ¡Mirá si llamamos a la
policía! “Con la misma vara que medís para juzgar, te medirán para juzgarte”
-Nos dijo Jesucristo. Nuestros pensamientos certeros siempre deben ser
positivos. Así lo debemos creer en nuestra subconciencia y viviremos una vida
en armonía con el universo.°