El gobierno lanza estos días una "guerra" contra la inflación, con bombos y platillos, (perdí tiempo mirando a Alberto como no decia NADA) como si fuese un recurso antes nunca visto, o visto y exitoso. Ni uno ni otro. Desde hace demasiado tiempo, pareciera que los funcionarios de todos los gobiernos, no tuvieran acceso a la realidad de la gente, del comercio, de la industria ni de nada de lo que gobiernan.
Arrancamos con el padre de la democracia, con el plan primavera y el austral, cuando se quiso controlar los precios y de golpe aparecieron productos nuevos que no figuraban en la lista de buena fe de productos de precios controlados.
El queso cuartirolo, con precio máximo, pasó a llamarse: Cremoso. Apareció el Por Salut, el Saint Paulin y la mar en coche en las grandes empresas lácteas. Las empresas mas chicas, al no haber desarrollado nuevos nombres, facturaban el queso cuartirolo, como reggianito sin pintar u otro que no estuviese en la lista negra de productos. Hecha la ley; Hecha la trampa!
En los posteriores programas de precios controlados o cuidados, salieron a la palestra el aceite de soja, por el de girasol, la leche con vitaminas, hierro, ginseng, ginko bilova etc. etc en lugar de la leche común. (Si La Serenísima entrega la leche La Armonia, avisenme que me corto las venas con un sachet)
Azucar? El barrido de cancha: Esa azucar negra marca ACME que se suele ver como último precio, la vamos a pagar como Ledesma. Harina? Los puntitos negros no son porque es integral, sino gorgojos muertos.
El gobierno, ademas de no tener idea de lo que hace para parar la inflación, le sigue aumentando los impuestos al pueblo (entre el, las empresas) y no se da cuenta de que genera inflación por ello, y pretende que el empresario baje sus precios con un costo de impuestos mas alto. Son empresarios, no son boludos; y el público tampoco. La empresas van a firmar el acuerdo, pero conseguir lo habitual va ser mas dificil que importarlo de Venenzuela.
De manera que, se vienen las peleas de changos de viejos y viejas ansiosas por manotear la última botella de aceite de girasól de la góndola.
Esta peli ya la vi!
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