(Nota publicadda en La Nueva Provincia en 2006)
El valor de la basura
El personal de recolección que sobrare podría pasar a barrendero, destapaciones, parquización, ordenamiento "en serio" de tránsito (que hace falta), etc.
(Nota publicadda en La Nueva Provincia en 2006)
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El personal de recolección que sobrare podría pasar a barrendero, destapaciones, parquización, ordenamiento "en serio" de tránsito (que hace falta), etc.
El supermercado Don Diego, inaugurado en marzo de 1967, marcó un hito en la historia comercial de Bahía Blanca al ser el primer establecimiento de su tipo en la ciudad. Ubicado en la calle San Martín 222, este emprendimiento pionero fue liderado por el empresario Diego Meyer y un grupo de inversionistas locales. Fue el primer supermercado en esta ciudad.
Don Diego revolucionó la experiencia de compra al introducir un sistema novedoso de venta de mercaderías, con góndolas organizadas, precios visibles y una amplia variedad de marcas. Además, fue el primer supermercado en abrir sus puertas los fines de semana, atrayendo a miles de clientes con su lema "más por menos". Entre sus innovaciones destacaban los carritos de compra, música funcional y un espacio para niños llamado "Diegolandia".
El supermercado se convirtió rápidamente en un punto de referencia para los bahienses, ofreciendo una experiencia de compra moderna y accesible. Su éxito inicial llevó a la apertura de sucursales en diferentes barrios y localidades cercanas.
A pesar de su prometedor comienzo, Don Diego cerró sus puertas en 1974 debido a problemas financieros. Sin embargo, su impacto en la memoria colectiva de Bahía Blanca perdura como un símbolo de innovación y progreso en el ámbito comercial. Los bahienses recuerdan ese latiguillo famoso: "Tiene de todo, como Don Diego".
La calle Soler, ubicada en Bahía Blanca, es un lugar cargado de historia y transformaciones que reflejan la evolución social y cultural de la ciudad. Desde sus inicios como un espacio residencial hasta su fama como la calle de los cabarets, sobre todo desde calle Brandsen hacia Avda. Cerri, Soler ha sido testigo de múltiples cambios a lo largo de las décadas. En cuadras anteriores era zona comercial.
A comienzos del siglo pasado, la calle Soler era conocida por sus residencias y su proximidad a la Estación Sur, un punto clave para la llegada de inmigrantes y el movimiento comercial. En sus primeros años, la calle era un lugar tranquilo, con casas bajas y una atmósfera de comunidad.
Con el paso del tiempo, especialmente durante el siglo XX, la calle Soler adquirió una reputación distinta. Se convirtió en una zona de cabarets y prostíbulos, ganando fama como un lugar de entretenimiento nocturno y, en ocasiones, razias policiales y peligro. Los bahienses mayores recuerdan, por ejemplo, a Marabú, el 77 o el prestigioso Diabolo, un cabaret que solia traer figuras internacionales del rubro. Este cambio reflejaba las dinámicas sociales y económicas de la época, así como la influencia de la estación de trenes cercana.
En años recientes, la calle Soler ha experimentado un renacimiento. Los vecinos y el municipio han trabajado para cambiar su imagen y revitalizar el área. Hoy en día, la calle busca recuperar su lugar como un espacio cultural y comunitario, dejando atrás las sombras de su pasado.
La calle Soler es un ejemplo fascinante de cómo los espacios urbanos pueden transformarse y adaptarse a lo largo del tiempo. Su historia, marcada por inmigrantes, cabarets y renacimiento, la convierte en un lugar emblemático de Bahía Blanca. Explorar sus calles es como caminar por las páginas de un libro lleno de historias y memorias.
Tim Ballard es una figura pública controvertida, cuya carrera y trayectoria han generado admiración en algunos sectores y fuertes críticas en otros.
Frente a ello, se pone en entredicho no solo su figura, sino también la forma en que se aborda la lucha contra la trata de personas y la explotación infantil desde el ámbito público y mediático.
En definitiva, mientras algunos ven en Ballard un defensor infatigable de los derechos de los más vulnerables, otros consideran que su figura se ha construido sobre narrativas exageradas que ocultan comportamientos éticamente cuestionables. Este contraste invita a profundizar en cómo se manejan y comunican las intervenciones en temas tan sensibles, y abre la puerta a cuestionar el impacto real de estas acciones en el combate contra la trata y el abuso infantil.