martes, 25 de junio de 2024

PORQUE A LA CASA DE COMIDAS LA LLAMAMOS RESTAURANTE

 En 1765, un mesonero llamado Dossier Boulanger abrió en París una casa de comidas y a la puerta colgó el siguiente letrero:

"Venite ad me vos qui stomacho laboratis et ego restaurabo vos"
No eran muchos los parisinos que en el año de 1765 sabían leer francés y mucho menos el latín, pero los que podían, sabían que Boulanger, el propietario, decía:
"Venid a mí casa hombres de estómagos cansados que yo los restauraré."
La frase tuvo tal éxito que desde entonces, todas las casas de comidas en el mundo se llaman “restaurantes”. Aparte la deliciosa gastronomía que se hizo famosa en toda Francia, Boulanger deleitaba a sus comensales con deliciosos postres preparados por él mismo y debido a la fama de su repostería Boulanger también es el “culpable” de que en Francia a las panaderías se les llame “boulangeries”.
La palabra restaurante se estableció en breve y los chef de más reputación que hasta entonces sólo habían trabajado para familias privadas, reyes y ministros abrieron también sus propios negocios o fueron contratados por un nuevo grupo de pequeños empresarios: los restauradores.
El término "restaurante" llegó a Estados Unidos en 1794, traída por el refugiado francés de la revolución Jean Baptiste Gilbert Paypalt, este fundó lo que sería el primer restaurante francés en Estados Unidos llamado Julien’s Restorator.
Hay muchas curiosidades en esta historia, una de ella es la “misión de restaurar el ánimo, la sonrisa y la salud” que tienen los que trabajan en un restaurante, es una misión noble, loable especial… ¿hemos pensado en lo especial que es un cocinero de un restaurante? ¿O la cocinera de una soda? ¿O el amable salonero que nos tiene paciencia mientras cambiamos una y otra vez de idea acerca de lo que queremos comer?
Cada uno de nosotros es especial en lo que hace, si logra comprender lo profundo del aporte de su labor, al bienestar general, un guarda, un conserje, una recepcionista, un operador de teléfonos en un call center… ¿que restauras? ¿A quien ayudas? ¿Que sumas al bienestar, la felicidad y la salud de alguien más?
*En honor de cada cocinera, chef, repostero, Barista, salonera o salonero, que nos llenan de alegría con sus manjares hechos con amor y excelencia. (TOMADO DE LAS REDES)
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SI QUERÉS SACAR A UN NIÑO, POR LA ADUANA TAMBIEN PODES

Cuento mi propia experiencia en el paso fronterizo a Brasil de Paso de Los Libres (Corrientes) a Uruguaiana (Brasil). Viajé en auto a llevarle sus cosas y a visitar a mi hijo, que se habia casado y vivia en Curitiba junto a su Sra. que estaba embarazada. Llevaba el auto cargado con bolsas de consorcio llenas y hasta el techo, de ellas (herramientas, ropa y demás pertenencias). Llegué a la aduana Argentina e hice los trámites de rigor, pensé que me iban a revisar, pero no. A la sola pregunta de que llevaba en el auto tan cargado de bolsas, le conté y se rió, nomas.

Me dejaron pasar, Podria tener en esas bolsas, drogas, sacar del pais a un chico dormido o cualquier cosa, pero me dejaron pasar por la aduana Argentina. Crucé el puente y a unos dos Kmts. llegué a Uruguaiana, donde pregunte adonde estaba la aduana. Me dijeron que regrese hasta el puente y que ingrese a un predio, que ahí esta la aduana. Volví e hice los trámites necesarios, pero si hubiese seguido, hubiese entrado a Brasil sin permiso. Después en un largo viaje llegué a Curitiba sin ningun inconveniente. Dejo lo vivido con mi hijo y sra. para otro relato.

A la vuelta, en la sinuosidad de las rutas brasileñas, ya harto de andar a la rastra de una veintena de vehiculos atras de un camión, se vislumbró una bajada y aceleré y los pasé a todos en una maniobra que me hubiese autofelicitado a no ser porque a la salida de la curva habia un operativo policial, el cual me aplicó una multa inesquivable. Al preguntar adonde la pagaría y cuanto cuesta, me dijo R$ 1000.- en la Aduana, antes de cruzar a frontera.

Tenía opciones. O pagaba la multa y no llegaba a Bahia Blanca, porque no me iba a alcanzar el dinero o no pagaba, llegaba a Bahia, pero dejaba el auto en la aduana hasta pagar. La cuestión es que  llegué a la aduana, no ingresé al predio y seguí hasta el puente (cortando clavos), lo crucé e hice los trámites pertinentes e ingresé a mi pais. Saco conclusiones: Si queres pasar un niño a Brasil, no precisas buscar un lugar aislado, por la aduana tambien podés. (En Paraguay y Bolivia pasa lo mismo, según periodistas que lo han demostrado).

ES INGLATERRA, GRAN BRETANIA O REINO UNIDO

 Mucha gente en todo el mundo, incluidas personas de clase élite que han viajado mucho, a menudo confunden Inglaterra, el Reino Unido, Bretaña y Gran Bretaña. Bueno, aquí tienes la forma de diferenciarlos:

Inglaterra es un país como Nigeria, y su capital es Londres, al igual que Abuja es la capital de Nigeria.
Gran Bretaña es un conjunto de 3 países que se unieron como un solo país y tiene su capital en Londres. Esos 3 países son:
1. Inglaterra,
2. Escocia y
3. Gales.
Cuando incluyes Irlanda del Norte a estos 3 países, se convierten en Reino Unido (unión de cuatro naciones), a saber:
1. Inglaterra,
2. Escocia,
3. Gales
4. Irlanda del Norte.
Por eso se le conoce como Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
En conjunto, los cuatro se consideran un solo país. Y cuando este es el caso, Londres es su capital.
Sin embargo, tenga en cuenta que estas cuatro naciones individuales tienen sus respectivas capitales.
En consecuencia, la capital de
Escocia es Edimburgo,
Gales es Cardiff;
Irlanda del Norte es Belfast.
Inglaterra es Londres.
Ps: Irlanda del Norte no debe confundirse con la República de Irlanda. Este último es un país independiente y su capital es Dublín. (TOMADO DE LAS REDES)
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lunes, 24 de junio de 2024

BELGRANO Y LOS INDIOS

 Junio de 1813: Estando en Potosí Belgrano, recibe la visita del Cacique guaraní Cumbay.

Hacia 1813, Belgrano gozaba de una gran popularidad entre los indígenas del Alto Perú y sus zonas de influencia. Las comunidades que adherían a la causa revolucionaria lo respetaban y admiraban y muchos de los líderes deseaban conocerlo. Tal era el caso de Cumbay, un célebre cacique ava guaraní (chiriguano como los denominaron despectivamente los incas) con actuación muy importante desde fines del siglo XVIII como adversario de los españoles. Se presentaba con el título de Mburubicha guasú o Capitán Grande, vivía en las proximidades del Chaco paraguayo. Era ardiente partidario de la Revolución, por la que combatió en Santa Cruz de la Sierra, siendo herido de un balazo, pero jamás había querido entrar en las ciudades ni tener contacto alguno con "la civilización". Lo rodeaba un halo enigmático, haciéndose ver poco, oculto en sus selvas, desde las cuales organizaba sus tácticas bélicas contra las tropas realistas.
Al enterarse de la llegada de Belgrano y su ejército a Potosí, Cumbay gestionó una entrevista con el general, a la que este accedió gustoso. Una de las crónicas de aquel encuentro afirma que el gran cacique arribó al cuartel general acompañado por su intérprete, dos hijos menores y una comitiva-escolta de 20 flecheros con carcaj a la espalda, arco en la mano izquierda y una flecha envenenada en la derecha.
El gran cacique venía a caballo y al llegar junto a Belgrano desmontó, mirandolo fijamente durante largos minutos, luego de lo cual dijo a través de intérprete “que no lo habían engañado y que según el rostro de Belgrano, así debía ser su corazón”. El general le ofreció un caballo ricamente enjaezado y con herraduras de plata, desfilando después ambos en medio del ejército formado. Al pasar frente a la artillería, le previnieron al jefe indígena que tuviese cuidado con el caballo, porque iban a disparar en su honor, a lo que replicó “que nunca había tenido miedo a los cañones”.
Más tarde se lo alojó con toda magnificencia, habiéndole preparado una cama digna de la autoridad que era, pero Cumbay dio entonces a sus huéspedes una lección de humildad al rechazar los lujos y dormir esa noche sobre el apero, respetando así la costumbre ancestral de no ser más que sus hombres.
En los días subsiguientes se celebraron fiestas en honor del ilustre visitante incluyendo una gran parada militar. Cumbay no se mostró sorprendido, y ante la consulta de Belgrano respecto a los ejercicios que había observado contestó: “con mis indios desbarataría todo eso en un momento”.
La despedida estuvo colmada de obsequios y atenciones mutuas, entre las que se destacó un gran uniforme que regaló el general al cacique, acompañado de una bella esmeralda incrustada en oro, para que pudiera utilizar a modo de tembetá, el tradicional adorno característico de los guaraníes, que los guerreros llevaban colocado entre el labio inferior y el mentón. Cumbay no fue menos en su gentileza, poniendo a disposición de Belgrano dos mil de sus hombres (kereimbas, guerreros) para pelear a su lado contra los realistas.
Siete años más tarde, ya muy enfermo, Belgrano moría en la más extrema pobreza, producto de su entrega incondicional al proceso independentista, mientras su amigo Cumbay seguía peleando codo a codo junto a los patriotas en las selvas del Gran Chaco. Ambos habían escrito una página que aún hoy los honra: estar unidos tras una causa común, más importante que cualquier interés personal. (TOMADO DE LAS REDES SOCIALES)
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