Hace 500 años, Eratóstenes realizó una prueba para demostrar que la tierra es esferica. Fijó dos mojones iguales a distancia. Uno en Siena y el otro en Alejandria. Con el sol de mediodia comprobó que un mojón no emitía sombra y el que estaba distante, emitía una sombra alargada. Eso lo llevó a pensar que era esférica; pues los mismos rayos paralelos que llegaban del sol a 150.000.000 de kilometros, emitían distintas sombras.
Lo que no consideró Eratóstenes, es que el sol es local y al estar cerca de la tierra y por refracción de la atmosfera, emite rayos oblicuos y siempre, dos objetos, aunque separados por unos pocos metros, emitirán distintas longitudes de sombras. No se puede triangular el sol desde dos puntos y que de exactamente el mismo resultado. La tierra es plana, estacionaria y probablemente infinita.