Demasiado seguido se escucha decir que ser ama de casa no es trabajar; y peor aún, en boca de mujeres convencidas por sus esposos. Quien escribe aquí sale a defender a la mujer en este sentido, debido a que la vida lo ha llevado al punto que le conste que , afirmativamente, es un trabajo rutinario e ingrato de por vida.
Cuando uno vivió con su esposa 30 años, sin tocar un plato, sin lavar una prenda, sin hacerse un huevo frito, por solo pensar que no nos corresponde a los hombres hacerlo, no habiendo ayudado a su mujer ni siquiera a secar un vaso, (la mayor colaboración era levantar los pies mientras ella barria) y derrepente se queda solo en la vida.., como dice el dicho: "Empieza a tomar la sopa". Uno tiene que hacer todo ese trabajo que era patrimonio de su mujer, para uno mismo y un hijo tal vez, ahí comienza a cambiar de opinión.. Realmente, es un laburo de nunca acabar; ingrato, rutinario al extremo (dura toda la vida, de lunes a lunes).
Entonces, uno se arrepiente de no haber aliviado un poco el laburo de la esposa, que ahora tiene que hacer solo. Entonces, al menos en mi caso, si uno tiene la oportunidad de rehacer su vida matrimonial, reconoce que este es un trabajo demasiado pesado para que lo haga la mujer sola, y sin pretender sacarle la titularidad de ama de casa, trata de colaborar mas con ella. Puedo asegurarles, amigos varones, que uno se siente mucho mas feliz, ayudandola, sin tener la sensación de ser servido por nuestra esposa. Pruebenlo muchachos!
