Pocas veces trae tanta agua el canal Maldonado, como en esta imagen. Solo cuando llueve mucho en las sierras. Normalmente corre un hilo de agua de unos dos metros de ancho, y quedan las veredas de ambos lados secas, para bajar y caminar dentro. Los chicos suelen bajar a pescar mojarritas, tarea que se realiza entre dos, con una bolsa de red, tipo de cebollas (antes fue de arpillera), sosteniéndola uno de cada orilla (pies en el agua en verano) y extendiendola en la correntada de agua como red de pesca.
Cada generación cuenta su experiencia bajo el canal. Gente de los barrios que lo lindan desde el parque de Mayo hasta Villa Nocito. Todos quienes vivimos cerca del Maldonado nos adjudicamos su soberanía.
Lo que mucha gente no sabe, solo los vecinos cercanos a su desembocadura en la ría, detrás del balneario, es que el canal, a esa altura no tiene las contenciones de cemento y es mas ancho. Cuando sube la marea, el canal se llena con agua salada hasta por lo menos cien o doscientos metros, según el viento. Esto hizo aguzar el ingenio de los niños de Villa Nocito y alrededores, que construyeron piletones de piedra, en las que quedan atrapadas, lisas, pescadillas y corvinas, ocasionalmente, al bajar la marea.
Ademas, caminando hasta su boca en el canal (con cuidado, paciencia y amor al barro) uno se encuentra con un alambrado que delimita una chacra a orillas de la ría. Apilado contra ese cerco de alambre, se puede apreciar inmensa cantidad de material plástico (botellas, bolsas, etc.) que algunos bahienses arrojan al canal Maldonado, se van a la ría y esta lo lava y sabiamente los vomita de nuevo a tierra, quedando atrapados en el cerco de un vecino. Si este canal hablara!!!°