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domingo, 14 de junio de 2015

EL BAHIENSE: UN TIPO GAUCHITO.., PEROO.

El hablar bahiense no será un idioma ni un dialecto ni siquiera una jerga, pero tiene un puñado de modismos y palabritas que está bueno cultivar entre los propios y enseñar a los ajenos.

La siguiente es una recopilación no exhaustiva, hecha luego de parar la oreja en la esquina de ‘Oinjis y Bron’ y recordando columnas radiales de Ricardo Margo, de Mario Minervino y de mí mismo.

1- El ‘pero’ del final: Es marca bahiense terminar una frase con la conjunción adversativa ‘pero’. Alguna vez escuché que lo habríamos heredado de los italianos, específicamente de los marchegianos, creo. Bahía es un ciudad muy italiana, se sabe, y un poco de cocoliche bien puede habérsenos pegado a todos. Puede ser, no?Ejemplo 1: Nos llovió toda la semana de campamento. Lo pasamos lindo, pero.Ejemplo 2: El intendente es un nabo. Ganó las elecciones, pero.Es así. Los foráneos se quedan esperando que la frase siga. Terminamos, pero.

2- ‘Masitas’ por galletitas. Siembra confusión casi siempre. Prometemos llevar masitas para el mate… y los que esperaban una bandejita de Los Vascos se tienen que conformar con unas cerealitas.

3- ‘Carasucias’ son unas facturas muy apreciadas, con azúcar quemada arriba. En otras partes del mundo dicen ‘tortitas negras’.

4- ‘Lejía’ en vez de lavandina. Tu almacenero entiende. En otras partes son dos cosas distintas. Acá no.

5- Las líneas de colectivo con ‘la’ antes del número, en vez de ‘el’, usado en Buenos Aires. ‘La’ 501, ‘la’ 14, ‘la’ 519. Así es y así será, por más porteños de Plaza que vengan.

6- Cuando hacemos un llamado telefónico y nos atienden, decimos ‘Hola, ¿con quién hablo?’. El que llama reclama que el destinatario se identifique!! Algo inusual y hasta insólito. Lamentablemente, la extensión del uso de celulares con identificadores y memorias hacen que ya no dudemos tanto del número discado, y esta expresión singular se vaya despidiendo.

7- ¡Qué tipo gauchito! ‘Gauchito’ es alguien simpático, tierno, bien predispuesto, alguien a quien pensamos con una sonrisa. A los porteños les suele llamar la atención, imaginan tal vez un humilde personaje rural. Lo compartimos con todo el sur bonaerense y del país.

8- ‘Celoplín’, originalmente Cello Print. Tal vez fuera la marca más extendida de cintas adhesivas en nuestra ciudad y zona, como en otros lares Cintex, cinta Scotch o cinta Sticko.

9- ‘Tosca’ y ‘toscazo’ por piedra y piedrazo. Crecemos pensando que en todos lados es igual, pero no todos tienen este suelo calcáreo, que podemos ver en la barranca de Ojo en la Ruta, este suelo de tosca. Aunque por extensión le digamos ‘tosca’ a cualquier piedra. Y con la ‘s’ argentinamente hecha ‘j’.

10- ‘Vaqueros’ a los jeans. Aunque en otros lados se entiende, no es usual escuchar ‘voy al centro a comprarme unos vaqueros’ como acá.

12- Llamar ‘futbol’ a la pelota de fútbol, y luego también a otras pelotas. ‘Fulano tiene un fútbol de básquet’. (!!)

13- En el juego de la escondida preferimos la expresión ‘partido’ en lugar de la extranjera ‘piedra libre’. Nosotros entendemos el ‘piedra libre’, pero en otras ciudades no entienden nuestro ‘partido’.

14- Finalmente, hay una expresión tan bahiense que a poco de andar por las rutas 3, 35, 33 o 51 ya pierde su significado. Es una palabra de origen incierto, y propongo que no la traduzcamos, a fines de tener un secreto entre los 300.000 que somos, y procurando también un esfuerzo intelectual por parte de los demás. Me refiero a ‘cufa’.

Y dije que la lista no es definitiva, así que espero aportes…

Buenas Tardes!. Artículo de Damián Losada.