El primer inodoro moderno fue inventado en 1596 por Sir John Harrington, quien instaló uno para su madrina, la reina Isabel I.
Hasta entonces, si tenías suerte y naciste en una enorme riqueza, tendrías el lujo de usar un Gardebornes, que era una pequeña habitación construida junto a la pared de un castillo medieval. El inodoro estaría conectado a un eje vertical o pozo que bajaría hasta el suelo. En ocasiones, algunos caballeros valientes realizaban ataques sigilosos entrando en el castillo a través del pozo conectado al baño. A lo largo de la historia, varias personas famosas han muerto en el baño, algunas de ellas apuñaladas desde abajo mientras defecaban. Entre estas personas se encuentran el rey Edmundo II de Inglaterra (30 de noviembre de 1016), Jaromír, duque de Bohemia (4 de noviembre de 1035), Godofredo IV, duque de Baja Lorena (aproximadamente 26-27 de febrero de 1076), Wenceslao III de Bohemia (4 de agosto de 1306) y Uesugi Kenshin (19 de abril de 1578) (tomado de las redes)
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