domingo, 5 de mayo de 2024

EL ANTONIMO DE AMOR NO ES ODIO, SINO MIEDO








 “No temas, yo estoy contigo” Is 41: 10

¿Como es entonces, que hemos vivido toda la historia de la humanidad con miedo? Sobre todo en los últimos dos milenios, después de recibir los mejores mensajes de sabiduría para aplicar a nuestra vida, aún seguimos temiendo.

Desde siempre el hombre se aprovechó del sentimiento de miedo de sus congéneres. Siempre se nos ha querido enseñar doctrinas, utilizando como argumento el "haz esto so pena de aquello", inculcándonos el miedo; Doctrinas que paradójicamente y fundamentalmente se aplican exceptuando el sentimiento de temor para lograr maravillosos beneficios en nuestra vida diaria.. La ambición de poder que cunde en muchos congéneres no dan cabida a la posibilidad de que todos seamos iguales en la vida y sus beneficios, sino que desean instalar temor en sus adoctrinados.
"Dios te va a castigar" "Irás al infierno" -argumentaron quienes promovieron la doctrina cristiana. ¿De donde nacen esas afirmaciones tan nefastas dentro de una doctrina de liberación, de paz, de fe y felicidad, como es la que legó Jesús a la humanidad?

En todos sus mensajes, Cristo se ocupó de que entendamos que a "al Padre se lo busca en nuestro corazón" En realidad, decir "corazón" es una manera romántica de mencionar a nuestro interior; es decir, nuestra mente. Por cuanto nuestra mente, con la cual analizamos y razonamos sobre los estímulos que nos ingresan a través de los cinco sentidos, es el primer altar para orar o pedir a Dios las cosas que necesitamos. Esa oración o petición pensada se eleva a Dios por intermedio de nuestra mente subconciente, donde según nuestra calidad de fe, es decir, el convencimiento que tengamos en que se cumplirá nuestro pensamiento, oración o petición, este nivel mental nos devolverá en hechos. Nuestra mente subconciente es la única puerta a el todo; es decir, a Dios como nuestro padre energético.

Si tu pensamiento para Dios, está lleno de temor de que no se cumplirá; exento de fe y pureza, la respuesta que te devendrá será en consecuencia: "Dios te va a castigar" ; Dios no castiga. Nosotros generamos nuestro propio castigo, al no pensar convencidos de que llegará indefectiblemente la solución que esperamos. "Entonces irás al infierno de fuego". Esta tradicional y apócrifa frase, traducida del idioma en que fue escrito el nuevo testamento, a los idiomas modernos, manifiesta que "Infierno" quiere decir sepulcro; la tumba común de la humanidad, y por aquellos días, era costumbre advertir metaforicamente: "Seras arrojado al hades" .-El hades, traducido a los idiomas modernos, no fue mas que un basural, donde se quemaba los residuos. "Un infierno de fuego" = Una tumba en el basural. El verdadero infierno lo padecemos en este mundo cuando nuestras dudas y nuestros miedos nos impiden vivir plenamente, en comunión con la verdad eterna, el bien y la paz.

De manera que se nos ha inculcado miedo en nuestra crianza, en nuestra educación, en nuestras creencias y lo tenemos como archivo latente, en ese reducto de nuestra memoria, llamado "conciencia". Desde allí aflora para intervenir en cada pensamiento en forma negativa. No es un instinto. El miedo es cultural; lo hemos aprendido. Es de este mundo.

Nuestros propios padres nos han inculcado miedo. Si bien debieron educarnos para que tengamos los cuidados necesarios con los peligros que tuvimos a nuestro alcance, ante sus propios miedos, nos exageraron siempre las situaciones, a fin de minimizar nuestro interés por lo desconocido. De manera que andamos por la vida temiendo situaciones desconocidas, aferrados a nuestros parámetros del pasado; evitando tomar decisiones que nos lleven a un ámbito nuevo y lamentablemente, perdiéndonos de ese sentimiento de felicidad que nos aseguró Jesus, cuando nos dijo: "Tal como crees, te será dado" Nuestros pensamientos crean a nuestros sentimientos y se transforman en creencias..

Vos lector, me dirás que cuando le pides a Dios no llenas de miedo tus pensamientos. ¿Cuantas veces pedimos a Dios por las noches, antes de dormir, por la solución a algun problema que venimos padeciendo y simultaneamente nos brotan pensamientos negativos? ?¿ Y si mañana, pasa esto.. o lo otro? "¿ y si la 











solución tarda mucho, o no llega? " - El miedo ataca de nuevo.

Todo lo que pensamos tiene que ser positivo, exento de miedo. A toda hora. Siempre. Para ello, debemos deshacernos del manual del pasado y proyectar nuevas imágenes. ¿De que vale orar a Dios por las noches pidiendo un beneficio y en la mañana despertar con la inseguridad de que las cosas van a seguir igual, porque no distinguimos solución posible?.

La manera de entrar en estado positivo es, ni bien uno se despierta; en ese estado de conexión todavía con la subconciencia del sueño, agradecer a Dios por lo que ahora tenemos; la salud de nuestra familia, el amor entre nosotros y el hecho de que tuvimos todo lo que necesitamos para vivir. Seguidamente, encomendarse a Dios con la seguridad en que en el día vamos a recibir solamente cosas buenas, prometiendo vivir el día en estado sereno, confiado, en paz con el mundo y en armonía con nuestro origen espiritual. Descartando el miedo y vigilando todo el día a nuestros pensamientos, para que no se contaminen con dudas o temores. Es un ensayo mental , de unos cuarenta días, en los que comprobaremos que no nos ha pasado nada que no podamos resolver y por sobre todas las cosas, que lo hemos hecho sin temor alguno. En ese transcurso, iremos permitiéndonos "aventuras" nuevas respecto a las cosas que no acostumbramos a hacer y concluiremos en un estado de liberación, de paz y de actitud que nos sorprenderá. No es fácil, pero muchos lo hicimos y lo disfrutamos. " .. y líbranos del mal. Amén" El miedo es lo contrario al amor. Es el mal de este mundo.°

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