Maravillosa parábola de Chuang Tse, un maestro espiritual de los años 300 antes de Cristo. Dice que el hombre sabio es como un bote vacío; es el hombre perfecto. Puesto en el mar de la vida, nadie lo dirige, nadie lo propulsa y asimismo se mueve. No deja huellas ni busca alcanzar nada. Solo disfruta cada instante; solo vive.
A la vista del resto de la humanidad parece tonto, puesto que la mente analítica humana es ordinaria. Pero los humanos buscan ser extraordinarios y solamente consiguen ser mas ordinarios; mas comunes. El hombre, nace como un bote vacío y le es lo mas difícil de la vida conservarse así. Empieza a cargar su bote de anhelos, de metas, de costumbres, de creencias, de dinero, de poder.. y se va haciendo esclavo de su carga. Porque cada carga trae su lastre bueno y su lastre malo. Y llega a vivir dominado por sus propias cargas. Acostumbra a pensar que el día de trabajo no es para gozar, entonces trabaja y deja el goce para mañana. Sobrevive en un campo marcado por tiempos, distancias y cosas. Corre tras algo, siempre. Satura su mente con momentos que aun no llegan. La mente analítica siempre lo ata al mañana. No sabe del aquí y ahora.
En cambio, el sabio salta esa instancia mental y se armoniza con la inconsciencia y sigue en su bote vacío a la deriva en el mar de la vida y en cada tormenta no tiene nada que cuidar y no hay nada que lo distraiga en el momento de gozar. Vive en comunión de la naturaleza y en armonía con el universo. Solo utiliza su mente racional, para decidir por cada momento, únicamente.
Resumido de un texto del maestro Osho. Cuanto mas leemos a los maestros filósofos antiguos, a los distintos maestros religiosos, a los filósofos de la edad media, y a los contemporáneos espirituales, deducimos que todas las corrientes concluyen en que la sabiduría está en la sencillez con la humanidad y en la fusión material con la naturaleza y espiritual con el universo. Si te animas.. Es dificil, pero nada es imposible. "El camino al cielo es angosto" -Jesus.
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