domingo, 7 de abril de 2024

CREENCIA= FE CIEGA

 "Señor, déjame tocar tu manto y mi hija será sana" -le pidió a Jesús, la mujer enferma que lo seguía entre de la multitud. "Tu fe ha sanado a tu hija" -le respondió nuestro Señor. Este pequeño relato justifica el hecho de creer en Dios a través de los objetos; las cosas, que interceden por nosotros ante nuestro padre energético (La iglesia Católica Apostólica Romana lo practica cuando promociona la adoración de imágenes de santos, de María y de Jesús). Creer ciegamente que una imagen u objeto puede sanarnos o protegernos es tan válido como la oración directa a Dios. El secreto es creerlo ciegamente; sin dudas y la respuesta a nuestro pedido llegará en consecuencia. Dios es todo. Todo es Dios; nosotros, las cosas y el universo. ¡Con cuanta razón lo habrá sido el manto del hijo de Dios!. El sincretismo logrado en el mundo al fusionar la palabra leída de los textos bíblicos antiguos con las imágenes religiosas autóctonas de cada pueblo, hizo que muchos no conozcamos la forma de funcionar de nuestra mente con respecto a Dios, sin utilizar .un intercesor. Muchos acuden también a sus seres queridos, ya idos del mundo, para que intercedan ante Dios por ellos. Otros, solamente necesitan pensar (orar) directamente a Dios o en nombre de Jesús durante sus momentos en privado. De manera, que si queremos que nuestro Padre de espíritu nos sane y nos proteja o nos gestione una solución, nada mejor que creer ciegamente. Los maestros antiguos de todas las religiones y de todas las corrientes filosóficas nos lo legaron.. Dios se hace cargo de todas nuestras creencias (Creencia es alimentar nuestro subconciente con pensamientos habituales) y allí, en nuestra subconciencia está el contacto con Dios. No importa quien o que intercede por nosotros. El recibe nuestro mensaje.°

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