A la hora de creer, pensemos en el bien; sin dudas ni miedos. Nuestro Padre universal nos va a obsequiar a tiempo nuestro pedido. Si dudamos, esperará nuestra decisión; si tememos, esperará que confiemos, si pensamos que es imposible; jamás nos lo dará. La fe no admite dudas ni miedo. Solo confianza y amor.°
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